A ciegas con el eléctrico
Poco a poco, el parque de vehículos eléctricos va en aumento, animado por las restricciones circulatorias de los ayuntamientos en las grandes ciudades y la cruzada por la descarbonización emprendida por las distintas administraciones, con el objetivo de cumplir con el Acuerdo de París para reducir emisiones.
19-09-2019
De momento no llegan al 1% de los coches en circulación, pero todos tienen sus miras puestas en él porque va a redefinir muchos sectores (como la posventa) mientras que en otros su operativa será parecida, sin olvidar el importante reto que tienen por delante. Me refiero al renting, que ahora está a ciegas con el eléctrico.
Y es que las principales incertidumbres que se generan en el sector están relacionadas con el valor residual del vehículo, su principal factor de riesgo. La falta de un mercado de ocasión y de un histórico de este tipo de vehículos provoca que los operadores no sean capaces de medir el riesgo cuando de un eléctrico se trata, fundamental porque el valor de recompra es uno de los elementos determinantes a la hora de establecer la cuota de renting.
No vale que, para curarse en salud, se establezca una cuota alta, cuando sabemos que lo que realmente necesita el operador de renting es tener todas las variables controladas al céntimo en función de factores como la edad, el kilometraje, etc. Y, lo cierto, es que de momento la del eléctrico se le escapa. Necesitan información transparente y fiable, que es lo que ayudará a posicionar un vehículo, el eléctrico, que precisamente tiene en el renting su plataforma de despegue en España.
Es muy significativo que el 85% de los eléctricos que circulan por España concentren en Madrid y Cataluña. Esto es debido precisamente a las empresas, que son las que están tirando de esta motorización en sus primeros compases por nuestras carreteras. Y será el renting el que ayude a crear cultura y dinamizar la entrada del eléctrico en la vida de los particulares, ya que, por precio, de 25.000 euros para arriba salvo contadas excepciones, ahora es un vehículo Premium que sólo dos de cada diez hogares pueden permitirse. Ahora bien, un eléctrico de ocasión sí será más asequible para el bolsillo.
El mantenimiento, ahorro y ajeno a la batería
En un análisis más a fondo del impacto en mantenimiento y reparación de un eléctrico versus un diésel o gasolina, existe una proyección de ahorro para el operador de renting en lo que a mantenimientos preventivos se refiere, así como en piezas de mecánica susceptibles de ser dañadas en un golpe. Esto se debe a que el eléctrico lleva 25 piezas de mecánica menos y por tanto requiere muchas menos operaciones. Es decir, el aceite o la correa de distribución dejan de ser un problema.
Es cierto que la partida “posventera” supone apenas el 20% de la cuota que debe pagar el cliente, pero aquí sí está bien calibrado y esto permitirá ajustar dicha cuota mucho más al céntimo.
Además, como los contratos de renting duran en torno a cuatro años, para el operador, lo más sensible del eléctrico, el cambio de batería dejará de ser un problema. Con un coste medio de 11.000 euros, que puede ir a más en función de la autonomía del vehículo, su reemplazo se produce cada diez años. Es decir, es una operación de la que el renting queda totalmente al margen.
No obstante, habrá que ver si esto tiene alguna implicación en su valor cuando salga al mercado de usados. Un coche eléctrico a la venta procedente de flotas tendrá seis años de vida útil de batería por delante, y esto puede tirar su precio a la baja. Por eso es muy importante que vayamos pensando en qué hacer cuando una batería cumpla 10 años de vida y se agote. ¿La sustituimos? ¿La regeneramos?
Es fundamental para el operador de renting conocer cuanto antes qué pasará con las baterías, o de lo contrario se verán obligados a sacar a la venta un producto con obsolescencia programada. Y eso afecta al valor. Es decir, a su riesgo. Ahí está la importancia de la información y el conocimiento. Nosotros en Solera nos dedicamos a analizar los datos para ayudar a la toma de decisiones de negocio. A arrojar luz en momentos de oscuridad.
José Luis Gata, responsable de Mercado Posventa de Solera
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