El renting en España está obsoleto fiscalmente

Abril es la feria en Sevilla, la primavera y…la campaña de la renta. Buen momento para volver a un tema que es recurrente pero del que no hay cambios. La obsolescencia fiscal del renting. ¿Cómo es posible que en un mercado donde ya más de la mitad de los clientes son particulares, éstos no puedan deducirse las cuotas como sí pueden hacer las empresas?
Artículo escrito por SUMAUTO
16-05-2024

Bien es cierto que regular y legislar es siempre una acción reactiva ante nuevas tendencias, pero en el caso del renting hace mucho que dejó de ser una tendencia para convertirse en una realidad a la que se siguen sumando cada vez un mayor número de conductores particulares.

 

Lo cierto es que en nuestro país los programas de ayudas e incentivos en el automóvil siempre han estado vinculados al hecho de comprar un vehículo y ser su propietario (PIVE, Moves, etc.,) y no al uso y alquiler a largo plazo. Este es el primer cambio cultural a abordar por la Administración.

 

Una vez superado esto, España debería abordar la deducción fiscal por parte de particulares al firmar contratos de renting, como sucede en el norte de Europa, que en tendencias de movilidad suelen ir muy por delante. De hecho, en Dinamarca, los particulares pueden deducir su cuota mensual de renting según el tipo de tecnología del vehículo, de tal forma que las personas pueden ahorrarse hasta 1.500 euros al año si su vehículo es diésel o gasolina y hasta 2.700 euros si es de baja o de cero emisiones.

 

Ignacio García Roji, portavoz de RentingCoches

¿Qué ocurriría, por tanto, si España adoptara una medida similar a los países nórdicos? Para empezar el primer beneficiado sería evidentemente el bolsillo del contribuyente. Y como muestra, un botón: para una cuota mensual de entre 401 y 475 euros y una deducción del 25%, los particulares podrían ahorrarse unos 1.425 euros por año (o, casi 120 euros mensuales), una cantidad que se pondría invertir en llenar un poco más la cesta de la compra, que se ha encarecido un 47% en los últimos cuatro años, según Kantar Worldpanel.

 

El siguiente beneficiado la deducción del renting para particulares serían las propias operadoras de este modo de movilidad, que podrían optimizar sus ofertas y sus productos para una demanda que se dispararía ante el efecto llamada que la posibilidad de deducción generaría, ajustando cada servicio a las necesidades concretas y peculiares de cada cliente, lo que implicaría una mayor especialización aún si cabe de la que actualmente existe.

 

Descarbonizar el parque y rejuvenecerlo

Por otro lado, incluir el renting a particulares dentro de la Declaración de la Renta sería una medida efectiva para impulsar la descarbonización del parque automovilístico español. En este sentido hay que recordar que el 29,8% de los vehículos de renting disponen de distintivo 0 o Eco -en el resto del mercado el peso de los vehículos con dichas etiquetas roza el 5%-, por lo que estamos ante uno de los modos de movilidad que hace una apuesta más firme por los vehículos menos contaminantes.

 

De forma paralela y dado que el parque automovilístico español es con 14,2 años de edad media uno de los más ‘longevos’ en Europa, dicha medida serviría para poner en circulación vehículos más nuevos y  ‘jóvenes’ dotados con modernos sistemas de seguridad, ya que el promedio de edad de los vehículos de renting que circulan a diario por las carreteras de nuestros es de unos dos años.

 

En definitiva: incentivar el renting a particulares es una medida efectiva para acercar a los españoles a los vehículos electrificados, en un contexto en el que los coches nuevos de combustión tienen ya una fecha de caducidad marcada en el calendario europeo y en plena implementación de las Zonas de Bajas Emisiones en las grandes ciudades.

 

Y es que las dudas que genera la electromovilidad entre muchas personas pueden verse despejadas con el renting, pues el conductor no se ve obligado a la compra en propiedad y sabe que tiene detrás a un operador profesional que le ayudará y asesorará en todo momento.

 

Por tanto, ¿tiene sentido que un mercado tan dinámico como el renting sea a ojos de la Administración tan estático hasta caer en lo obsoleto?


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